Hilos

En estos últimos días, nos pasaron cosas que nos hicieron poner la vida un poco en perspectiva. (Otra vez!!). Primero, un desmayo de Diego, con internación y MRI incluido y después Agus, que se descompuso y terminó en un tomógrafo, conmigo esperando afuera, aterrorizada. Este ultimo tiempo me estaba sintiendo triste, me afectaron tanto la cantidad de despedidas de amigos y familia que pensé que tenia la cuota completa. Y hasta empecé a lagrimear por adelantado, pensando en la partida de Mari, la semana que viene. No se que es lo que dirige mi vida, pero se ve que no aprendo bien la lección. Necesito de estos fuertes sacudones para darme cuenta de lo bien que estoy, de lo bien que estamos. Anoche, en el hospital, cuando Agus ya estaba bien y yo estaba mas débil que un flan, pensé lo tonta que había sido, pensé que no estaba disfrutando de la compañía de mi hermana porque ya la estaba extrañando y que estamos todos bien, un poco desparramados, pero bien. Quizás el estar lejos sensibilice un poco y por eso algunas veces hacemos monstruos de pequeños problemas. A veces me imagino una especie de maestra severa sosteniendo los hilos de mi vida, agitándolos cuando los ve enredados y a mi tratando de pararme de nuevo como una marioneta asustada. Lo bueno es que una vez en pie, después de tanta agitación, se puede ver clarito el orden de las cosas y la importancia de cada una.